¿Qué soy? Que pregunta más simple. O quizás no tanto. ¿Qué soy? o ¿Quién soy?
No sé que responder. Los mejores filósofos no consiguieron una respuesta coherente cuando se hicieron esas mismas preguntas. Tan simples. Tan complejas. Quizás lo primero que puedo responder es: No sé. No sé lo que soy ni sé quién soy. Me conozco treinta y dos años y aún no me conozco (valga la redundancia). He sido muchas cosas. He sido y soy muchas personas diferentes. No es que me sienta con un problema de desdoblamiento de personalidad. No. Creo que todos nosotros somos más de uno solo. Cambiamos como los camaleones de acuerdo a la situación en la que estamos inmersos. Somos unos mutantes temporales. Somos la evolución diaria de la vida.
Soy un bebe. Mis dientes salen de mis encías y lloro. Lloro porque duele. Lloro porque no hace mucho que he nacido y ya se lo que el dolor.
Soy un niño recibiendo a su hermano menor envuelto en paños. Veo los ojos cerrados. Los pliegues del rostro. El secreto de la vida. El olor lácteo de su boca.
Soy un niño en la escuela aprendiendo tonterías. Dibujando el mapa del Perú diez veces a la semana para el curso de geografía o historia. Tengo amigos. No se jugar al fútbol. Bailo marinera.
Soy un adolescente enamorado. Las hormonas me hacen mierda. La testosterona me remueve las vísceras y me hace pensar en cosas en las que nunca he pensado antes. Amo platónicamente. Odio el ser y estar. Me masturbo sin serenidad.
Soy un joven cadete. Soy la nada existencial. No valgo nada. Soy propiedad militar. Vestido de blanco. De negro. Sin personalidad. Como todos. Como ninguno. Escribo mucho. Julio Verne me acompaña.
Soy un inmigrante. Trabajo el cemento en un país del norte. Hablan otro idioma. Es el sueño de todo sudaca. Irse a trabajar al norte. El sueño es una mierda. ¿Un futuro mejor?. No. El país del norte no te garantiza nada. Solo tornados.
Soy un vago. El sistema me ha paseado por medio mundo y me ha enseñado a no respetarlo. No quiero trabajar en un trabajo de mierda. Soy más que eso. Soy el «más inteligente» de todos. Nadie me entiende. Yo no me entiendo.
Soy un comunitario en el medio oriente. Trabajo para todos y todos trabajan para mi. Cocino. Empaqueto ollas de plástico. Corro en los campos agrícolas donde el apocalípsis se llevará a cabo. La vida me sonríe. Yo le sonrío de vuelta.
Soy un soldado. La unidad de operaciones especiales. Un francotirador. Soy la guerra en un zona sin paz. Soy la vida o la muerte de otra persona. Decido los destinos en fracciones de segundo. Muchos de los otros deciden el mio.
Soy un veterano. Soy un soldado de reserva. Soy el que trae el pasado a sus espaldas. Las guerras me persiguen. El olvido me rehuye. No puedo dormir.
Soy un oficinista armado. Trabajo frente a una computadora. Controlo. Bebo café. Mucho café. No puedo dormir. Es lo que hay. Hay que levantarse temprano a trabajar. Checkear el e-mail. Mandar tablas de excel.
Soy un esposo. Soy un compañero no perfecto. A veces malo. A veces bueno. Soy todo lo que puedo ser y amo. Soy la pareja de siempre. El tipo que siempre va a estar.
Soy el amo y señor de un perro.
Soy un filósofo amateur. Un escritor gratuito que nadie lee. Soy un pacifísta armado. Un asesino sensible. Soy más de lo que puedo ser y sigo siendo. Soy hijo. Soy hermano. Soy un desconocido en las calles del mundo. Soy un aventurero. Soy un cobarde infeliz a veces. Soy un amigo. A veces rastrero. A veces traicionero. Soy solamente yo. Todo lo que está escrito aquí y mucho más.
Aunque me guste. Aunque no.