Viajar para mí

Viajar para mí es vivir. Es respirar aire de otros lados. Enmarañarse en otras lenguas. Embadurnarse de colores nunca antes vistos. Es conocerte a ti mismo de nuevo. Es ir ligero. Sin mucho apuro. Sin mucho estrés. Es ver el mar azul de una isla griega rozándome los dedos de los pies. Es ir por el sencillo placer de estar ahí. Viajar para mí es abrumarte de cosas nuevas. Es rellenar el corazón y la mente de los mejores recuerdos. Es sentirte hijo del planeta. Sintiendo que eres parte del mundo en algún campo helado de Alemania a las seis de la mañana. Viajar para mí es olvidarte de las tonterías que te han enseñado. No es comprar recuerdos ni alocarte en el Duty Free. Es tomarte un café espresso en Roma al lado del Coliseo por un Euro. Es huir de la rutina del año. Escapar de la vorágine de nuestra sociedad. Es ir y leer al mundo como si de un buen libro se tratase. Es probar la mejor ensalada de frutas del mundo en una playa de Ecuador. Es ir a la aventura en una época en la que ya todo es conocido. Viajar para mí es regresar a nuestro estado primigenio puro. Al hecho de ser un nómada imparable e incansable. Es correr peligro a veces. Es enamorarte de lugares mágicos a orillas del mediterráneo. Es ver lo que nunca has visto. Escuchar lo que nunca antes has oído y saborear lo que jamás has probado. Viajar para mí es cumplir sueños de infancia. Ver ruinas en Jordania de las que Indiana Jones peleó y ganó. Es ser yo mismo. Es la más simple de las necesidades que tenemos todos los hombres. Que al fin y al cabo, aquí y ahora, estamos solamente de paso.

Un comentario en “Viajar para mí

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s