Estoy empezando un nuevo año. Estamos empezando un nuevo año.
Espero que estos nuevos 365 días me ayuden a madurar más. A mejorar todo lo que pueda en la cosas que me importan y dejarme de interesar en las cosas que no.
Veo que la gente se pone propósitos a principio de año (como el que he escrito en el párrafo de arriba) y se se ha olvidado de los mismo al fin del mismo año. Veo que la gente considera a los años como si te tratasen de las páginas de un libro. Hay muchos que sienten que la página en la que están no es suficientemente buena. Hay muchos que quieren que la próxima página sea mejor que la anterior y así sucesivamente página tras página. Cuando lo que al fin y al cabo importa es si te gustó el libro (en su totalidad o no).
La vida no se puede medir año a año como un libro no se puede medir por como van mejorando o empeorando las páginas a medida que la trama se desenvuelve. La vida es una sola. Fluye desde que naces hasta que mueres. Unos vivimos más. Algunos vivimos menos. Algunos vivimos mejor y otros peor. Aunque decir «mejor» o «peor» es meramente relativo al punto de vista desde el cual se mire.
Para mi, la vida es una buena historia. Algo así como Game Of Thrones. Hay personajes buenos (que no necesariamente son buenos) y malos (que no necesariamente son malos) muchos de los personajes mueren o desaparecen a medida que la historia se desenvuelve y en algún instante to la saga en su conjunto termina.
Así que este dos mil catorce no he hecho ni voy a hacer propósitos de principio de año. Que salga lo que salga. Que fluya como fluya. Para mi siempre va a estar bien porque se que este libro algún día se va a terminar y el día que se termine va a ser lo último que lea.
Feliz año nuevo para los que les gusta la frase. Feliz vida para mi.
Toda oportunidad que surja para la mejora hay que aprovecharla. El 2014 es exactamente igual que el 2013 sí, pero tanto en uno como en otro nunca hay que dejar de avanzar.