La primera piedra tallada. La Capilla Sixtina. El hombre en la luna. Y la tecnología que te permite leer esto se lo debemos a una sola cosa:
La creatividad.
Todos somos creativos. El ser humano es un animal creativo. Unos inventamos la Internet. Otros hacemos pendientes. Unos escribimos. Otros desarrollamos motores que nos lleven al espacio. Unos componemos las piezas más deliciosas de la música clásica. Otros creamos energía limpia que ayuda a mantener el mundo verde para nuestros hijos.
Creo que entiendes el punto. Todos somos creativos. Todos tenemos algo que inventar. Todos tenemos algo que decir. Todos tenemos algo que dar.
Pero tenemos un problema.
La mayoría de nosotros no explota su lado creativo. Y no lo hacemos porque no tenemos tiempo. Y no tenemos tiempo porque solemos estar trabajando en trabajos que realmente no necesitan nuestra capacidad creativa. Y la verdad es que pasamos demasiadas horas en este tipo de trabajos y cuando llegamos a casa estamos molidos y tenemos aún que dedicar tiempo a la familia. ¿Cuándo podemos ser creativos? ¿Con que energías?
Si nos mantenemos trabajando doce horas por día en una oficina, seis días por semana lo más probable es que nunca vayamos a tener la oportunidad de explotar nuestra lado creativo. Quizás solo podamos tejer con palillos gorritos para nuestros nietos cuando tengamos ochenta años. Pero eso no tiene porque ser así.
Para eso existe lo que se llama Administración inteligente de los recursos.
El tiempo es nuestro más preciado recurso y es el que mejor debemos administrar. Y aquí entra el minimalismo en la ecuación.
Lo voy a simplificar porque precisamente en eso se basa este blog. En decir las cosas simples y directas:
Si tienes más cosas vas a tener más gastos por ende más deuda. Si tienes menos cosas vas a tener menos gastos por ende menos deuda. Si tienes menos deuda puedes trabajar menos. No necesitas hacer esas cuatro horas extras que haces día a día. No necesitas ahogarte el fin de semana en trabajos que te ayuden a mantenerte.
El secreto es simple: Tener menos = Más tiempo libre.
Si decides tener menos. Vas a tener más tiempo. Vas a ser más creativo. Al explotar tu lado creativo vas a poder encontrar mejores maneras de administrar de manera inteligente tus recursos y así te vas a ir afinando. Vas a entrar a un vortéx que va a hacer que cada vez seas mejor administrando tu tiempo y el resto de tus recursos.
Hace un año yo trabajaba mucho. Gastaba mucho también.
Trabajaba ocho horas diarias cinco días a la semana y un día del fin de semana trabajaba doce horas. Eso me llevaba a trabajar 52 horas semanales. Recuerdo que llegaba a casa bastante cansado y con un solo día para descansar a la semana. Lo dedicaba a hacer un poco de deporte o salir a un trekking. Mi lado creativo estaba bastante muerto por entonces.
Cuando decidimos tener menos. Comenzamos con un proceso de purga de las cosas y gastos innecesarios. De pronto no había necesidad de que trabaje el día de fin de semana de doce horas y pasé a trabajar cinco días a la semana, ocho horas por día. Mi vida solo ha mejorado desde ahí.
Hoy trabajo cuarenta horas a la semana. Empiezo a las siete de la mañana y termino a las tres. Mis tardes están libres y mis fines de semana completamente libres. Gracias a eso. Además de entrenar crossfit como un loco, ese tiempo libre, me ha permitido explotar mi creatividad como nunca antes. Escribo Minimum desde hace seis meses y tengo otro blog más. Tengo millones de ideas que se me cruzan en la cabeza sobre como hacer para seguir disminuyendo mis horas de trabajo y llegar al punto en que puedo administrar absolutamente el total de mi tiempo. Aún no he llegado ahí, pero estoy en camino.
Gracias a que no tengo gastos superfluos. Gracias a que he salido de la competencia de consumo puedo administrar mis recursos. Mi tiempo. Mi dinero. Mi creatividad en cosas que realmente me interesan y me ayudan a crecer de la manera en la que YO quiero crecer.
Si no has intentado aún el tener un poco menos. Te lo recomiendo. Es como tirar un bendito peso de encima de tus hombros. Te permite crear más. Crecer más y liberarte más de un sistema que lo único que ha hecho es aprovecharse de ti.