Viajar Ligero

Viajar ligero es más liberador. Es menos complicado. Es menos cansado. Esta premisa no solo se limita a los viajes, sino a la vida misma.

Soy un «fan» del viaje ligero. Incluso antes de optar por «minimalizar» otros aspectos de mi vida. Desde muy chico, me gusto siempre llevar mochilas con pocas cosas a los campamentos Scout. Luego, desde que empecé a pasar tiempo en los aeropuertos, soy de los que llevan una mochila de unos 40 litros y meten ahí todo lo que necesitan para un mes de viaje.

En el ejercito soy de los que pueden usar un solo uniforme de combate un mes y oler a «homeless». Esa faceta mía no se la recomiendo a nadie…:) El punto de este post es tratar de explicar los beneficios de la ligereza en el viaje y obviamente, su  analogía, con la vida misma.

Conozco a mucha gente que suelen empacar de todo para todo lo que «pudiera» suceder en el camino. Y en gran parte se debe al sentimiento de seguridad que te ofrece tener más cosas en la maleta y supuéstamente estar preparado para «cualquier» inconveniente o para «cualquier» situación.

Pero si pensamos un poco. Fácilmente llegaremos a la conclusión de que el número de inconvenientes y de situaciones a los que nos podemos enfrentar son infinitos. «Y por más cosas que metamos en la mochila, en la maleta o en la vida misma, no vamos a poder prepararnos para todo lo que pudiese suceder.»

La vida es un viaje largo y dependes mucho más de tu capacidad de improvisación antes de las cosas que cargues contigo. Viajar y vivir ligero te ayudan a ser mucho más flexible a la hora de tomar una decisión. Una de las cosas que he aprendido en la vida militar, es simplificar al mínimo la cantidad de equipo que voy a cargar conmigo. La mayoría de veces puedo llegar a cargar con él 50, 60 o 70 kilómetros. Y nadie en su sano juicio quiere una mochila de 80 kilos. Si racionalizas bien tu equipo te darás cuanta que con 20 kilos vas de sobra y al mismo tiempo eres mucho más eficaz al momento de entrar en acción.

Así que simplifica lo que lleves en la mochila la próxima vez que te vayas de viaje. Recuerda que no puedes estar preparado absolutamente para todo. No puedes llevar todos los estilos de ropa ni todos los artilugios electrónicos del momento. Suelo ver gente en los aeropuertos viajando con dos o tres maletas (una sola llena de zapatos). Para quince días de viaje. Lleva esa analogía a tu propia vida. No te llenes de cosas porque te haces pesado y lento. Te vuelves falto de reacción y torpe. Ir ligero de viaje y en la vida, no es más ni menos que hacerte un regalo a ti mismo.

¿Los minimalistas consumen?

He sido un consumidor toda mi vida. He comprado por impulso. He comprado cosas que no he necesitado y que no voy a necesitar jamás. He gastado ingentes cantidades de dinero en artículos que lo único que han hecho es rellenar mi casa de basura. Artículos sin personalidad, comprados sencilla y llanamente porque la publicidad supo hacer su trabajo en mí. Y yo no supe defenderme de ella.

Cuando decidí ser consciente de mis hábitos de consumo y además de eso, ser consciente de mi propia vida; hice una recapitulación de las cosas que realmente me importan o que realmente necesito para sobrevivir de una manera aceptable y en lo personal, seguir considerándome una persona feliz. Llegué a la conclusión de que realmente necesito muy pocas cosas para sobrevivir y no necesito prácticamente nada para ser feliz.

No te equivoques. No estoy hablando de tener la vida de un cavernícola, o de una persona que tiene dos mudas de ropa y un plato donde comer. Me refiero a que con lo «básico» que hay en cualquier casa es más que suficiente. Tengo un televisor que uso como pantalla de computadora y donde veo películas y series por Internet. Tengo un par de laptops. Una cámara fotográfica  Reflex de Nikon. Un sistema de parlantes de computadora. Pesas. Un par de muebles de ikea. Una cama. Y todo lo que va en una cocina: Platos. Cubiertos y vasos. Tengo un auto Hyundai Getz del 2005.

Tengo un perro también. O él me tiene a mí.

Esas son mis pertenencias. Y la verdad es que no necesito más que eso. Vivo (junto con mi esposa) en un  departamento que tiene 65 metros cuadrados. Está en el centro urbano de Gush Dan. Conformado por Tel Aviv y los barrios periféricos de la ciudad.

¿A veces una persona que se considera minimalista compra cosas?

Si. A veces compro cosas. El minimalismo de cada uno es relativo o lo que cada un cree conveniente. No soy un extremista que dice que comprar es una abominación. Solo propongo el consumir lo que realmente necesitamos. O vamos a usar. Propongo también el consumir artículos de la más alta gama posible que te puedes permitir (menos los autos, que hacen el mismo trabajo los que tienen asientos de piel como los que no.) así no tendrás que reemplazar (tus cosas) en mucho tiempo. Mi cámara reflex tiene cinco años y fotografía como nueva. Por dar un ejemplo. Hay un dicho por ahí que dice: lo barato sale caro. Es muy cierto, pero además de eso te puedo decir: Si compras barato, vas a comprar más, mucho más.

Pero aún así consumo. Es lógico. Tengo intereses y hobbies. Me gustaría comprar una cámara Go Pro. Me encantan los deportes de aventura y me gustaría filmar de cuando en cuando lo que hago. Pero soy consciente que es un producto caro, muy publicitado, que quizás se puedan encontrar alternativas mejores y más baratas. Aunque es un producto que ha probado su nivel de alta gama, de fiabilidad, de resistencia en diversas condiciones. La decisión es mía y la  tomaré teniendo en cuenta todas las variables y razonando los pros y los contras.

Pienso mucho antes de hacer una adquisición y al no hacerlo por impulso aparecen todos los contras posibles. Si al cabo de una semana que he pensado detenidamente en comprar o no el producto, aún le encuentro más pros que contras, lo compro y punto.

En resumen: Consumo, pero pienso mucho antes de hacerlo.

Consumir de manera responsable y no automática es mejor para tu bolsillo, para la ecología, para evitar el desorden en tu casa, para que no relaciones la felicidad con el hecho de acumular artículos.

Que tengas un buen fin de semana.