Lo que nos gusta

He hablado innumerables veces de que debemos de hacer lo que nos gusta.

Estoy intentando con todas mis fuerzas hacer lo que quiero (al menos la mayor cantidad del tiempo).

Soy empleado y por ende no soy independiente. Debo de venderle 8 horas al día a alguien para poder tener ganar un salario. Eso consume una tercera parte de mi día. Las otras dos «hago lo que quiero». Es un poco mentira: Ocho horas me las paso durmiendo y así no quiera dormir, debo de hacerlo.

Bueno, esto tú ya lo sabes. Seguro te pasa lo mismo a ti (si es que estás en mi misma situación). He intentado fugarme del sistema, tratando de abrir un negocio pasivo en Internet. No me ha ido tan bien. Eso quiere decir que tengo que seguir conformándome con el dinero de mi empresa. Y con el hecho de que debo de seguir vendiéndole mi tiempo. Este blog, siendo completamente sincero, fue creado con la intención de volverse parte de un sistema de producción de dinero. Dinero que me ayudaría a liberarme del otro sistema al que estoy atado. ¿Y que haría después de que me liberase? Nada del otro mundo: Darle la vuelta al planeta tantas veces como sea posible. Conocer cuanto sea posible y reventarme hinchado de experiencias que me empujasen hasta la saciedad vital.

Ya que el negocio pasivo no funcionó. No porque no le haya puesto ganas (bueno, en verdad soy algo flojón) sino más bien porque no tengo ni la más remota idea de como hacer que las cosas funcionen en la Internet. Pues creo que me voy a conformar con hacer del blogging un buen pasatiempo. Es en lo que se ha convertido para mí, al fin y al cabo.

Empezó siendo un pasatiempo y terminó siendo un pasatiempo. Amaba escribir por escribir. Decir lo que me viniera en gana y compartir las cosas buenas que el minimalismo hizo por mí. Por mi vida. Por mi familia y por mi existencia. Luego las cosas se pusieron algo tensas cuando comencé a pensar en las estadísticas y en como rentabilizar mi trabajo. Porque un blog (si es que eres de los que no escriben un blog) es muchísimo trabajo. Es escribir el contenido. Es mantener la audiencia. Es decir las cosas que debes de decir, aunque después de un tiempo, no tengas muchas cosas que decir (no sé si me entiendes). Es editar y editar. Es corretear atrás de las estadísticas y ver una y otra vez lo que hiciste mal o lo que hiciste bien y darte cuenta si tus tropiezos de cegatón te están llevando por buen camino o no.

Convertí este blog en un blog de minimalismo porque el minimalismo es algo que ha influido demasiado para bien en mi vida. Si no has leído mucho acerca del tema y te interesa que te lo resuma, pues ahí va: Deshazte de lo superfluo, invierte tu energía en todo lo demás. La mayoría de nuestras vidas están basadas en cosas, actividades y en relaciones superfluas. Después de mi cambio minimalista he quedado con muy pocos (y muy buenos) amigos. He quedado con casi nada de cosas en casa. Pero he quedado mucho más feliz y completo que antes. Por eso me interesó que la gente lea de mis experiencias. Que a veces ese «menos es más» es el paso adecuado a dar.

El único problema acerca del minimalismo o escribir acerca del mismo, es que el tema es chico. Cuantas veces le puedes dar vueltas al mismo punto. Si eres un poco inteligente y has leido 100 posts acerca de minimalismo, te habrás dado cuenta que (al menos teóricamente) dominas bastante bien el tema. Yo leí mucho antes de aplicarlo en mi vida. Hoy, un par de años después de haberlo hecho, me puedo considerar un minimalista «experto». Pero por más experto que sea, no puedo encontrar tópicos que no sean ya redundantes y escribir de ellos.

Hay blogs de minimalismo que sobreviven años de años. El mío lo ha hecho. Me he valido de herramientas algo tramposas como las listas o los tips repetidos y sencillamente presentados con una nueva retórica. Considero que NO puedo seguir hablando de minimalismo. Al menos no todo el tiempo. Esto ya lo dije en un post hace algunas semanas. Invertí mi tiempo últimamente en los conceptos de las microaventuras y me ha ido bien. Bien a nivel personal y bien a nivel creativo. Me siento mucho más entusiasmado de lo que tengo que contar. De lo que tengo que decir. De lo que tengo que mostrar.

Y creo que ahí reside el meollo del asunto. Ya que este no es un blog que gana dinero, al menos que sea un blog  que me produzca placer al escribirlo (y a ustedes al leerlo). Y para que eso suceda, debe ser escrito desde la vena. Desde el lugar en el cual las cosas tienen importancia y no son superfluas ni son para llenar contenido ni para que Google me encuentre más rápido. Deberían ser cosas que me inspiren a mí y que los inspiren a ustedes queridos lectores. Al fin y al cabo, todo se lo debo a ustedes.

No sé realmente cuantos de ustedes leen de manera sostenida el blog en este punto. Me ha pasado que en los últimos seis meses las estadísticas me han dejado de importar mucho menos y por alguna rara ley de Murphy tengo más visitas en el blog. No sé cuantos de ustedes lo hacen de manera rutinaria. A los que lo hacen así o a los que lo hacen asá: Gracias.

Minimum es un blog que me gusta. Me ha ayudado a producir una ingente cantidad de contenido original y no tan original. He puesto innumerables horas en su producción y edición. Me ha hecho crecer como escritor. Me ha hecho crecer como persona. Ha hecho que sea leído por gente maravillosa. Y es lindo ver que hay gente que valora realmente todo el trabajo que se le puso a todo esto (aunque sean muy pocos). Y me basta solo con haber ayudado a una sola persona para que todo esto haya valido la pena.

Minimum va a seguir existiendo en los archivos del blog. Los posts van a seguir aquí para los que quieran leerlos. No voy a quitar absolutamente nada. Tampoco estoy cerrando el blog. Estoy sencilla y llanamente cambiándole de cara.

En unos días Minimum dejara de ser Minimum y se volverá otra cosa. No estoy seguro qué aún. No voy a dejar de escribir de minimalísmo pero si voy a dejar de escribir solo de minimalísmo. Quizás el blog cambie un poco de cara. Quizás se vuelva un poco más visual. Quizás las microaventuras sean parte clave del mismo. Quizás pueda compartir otras cosas que sé (que aprendí en mi vida de no bloggero) como todo tipo de tips de campo, outdoors, deportes y demás. No lo sé.

Estoy seguro de que el cambio, a pesar de ser visualmente grande, va a ser muy pequeño en la esencia misma de las palabras que tengo que decir y que ustedes van  leer. Espero que me acompañen también en este nuevo camino. Medio irregular todavía. Sin mapa y sin derrotero fijo.

Así que volviendo al principio:

He hablado innumerables veces de que debemos de hacer lo que nos gusta.

Micro Aventura en el Valle del Ayarkon
Micro Aventura en el Valle del Ayarkon…Israel.

4 comentarios en “Lo que nos gusta

  1. Yo llegué a tu blog hace algunos meses, buscando teorías e información sobre minimalismo, la información que se encuentra es casi infinita y muy repetitiva . Esos cientos de blogs que seguía se han convertido en unos pocos, en los que valen, en los que son más que teoría, que muestran al ser que los escribe, cosa importante porque de alguna manera (según yo) generan conexión con el lector.

    Para mí el minimalismo es eso, sacar la esencia, y eso se encuentra en las palabras de lo vivido, no de lo leido y estudiado, la teoría sin práctica es inútil.

    Me encanta tu blog y esa sensación de saber que has publicado algo.

    Un abrazo.

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