No al estrés

El estrés mata. Está comprobado. Si no mueres al menos te enfermas. Y mucho. Yo lo he pasado. Le he sentido  invadirme. Dominarme. Tomar decisiones por mí. Convirtiéndome en un conductor grosero y peligroso. En un jefe gritón. O en un subordinado miedoso.

Algo que intento aplicar en mi  día a día es el estar consciente del instante y si el instante es estresante. Intento dejarlo ir.

Hay momentos en la oficina. En la casa. En el matrimonio. Con los hijos que sencillamente nos abruman. Tendemos a intentar buscar una solución rápida al problema o problemas. Mientras tanto sentimos una pequeña presión en la garganta. En el pecho. El corazón bombea con fuerza. Sudamos un poco más de lo común.  Tensamos gran parte de nuestra musculatura sin darnos cuenta. En resumen: Nos estresamos.

Alguna vez ese estrés fue algo bueno. Hace doscientos años (antes de la revolución industrial) El estrés era una respuesta natural y lógica a una amenaza latente. Un oso frente a tu casa. Una lluvia que te inunda los cultivos. Un cobrador de impuestos pedante que aterrizaba una vez al año. Una tormenta en el medio del mar. Las situaciones estresantes existían pero su presencia a lo largo de nuestras vidas era mínima.

Debido a nuestro modo de vivir actual. A las nuevas tecnologías. A nuestra nueva manera de socializar. A la estructura de nuestros centros de trabajo. A nuestra forma de concebir la familia y la sociedad. Al bombardeo publicitario e informativo. A la gran cantidad de expectativas que tenemos para nosotros y para el resto, el estrés se ha convertido en algo permanente en nuestras vidas. El sentimiento de amenaza es latente y está presente en nuestro  día a día. En nuestro año a año. De muestra un par de botones:

  •  El simple hecho de que el jefe te llame a su oficina no precisamente a felicitarte te hace volar los niveles de estrés. Lo he sentido por mi mismo y lo veo en los que son mis subordinados.
  • Algo tan rutinario como conducir tu automóvil una hora al día  te sumerge en un grado de concentración y de respuesta defensiva parecida a la de una ajedrecista jugando la final mundial de trebejos.
  • Algo más rutinario aún como ver las noticias. No puedes no estresarte viendo asesinatos. Violaciones. Inseguridad. La bolsa que se va al garete. Etc.
  • Pensar constantemente en el futuro y las infinitas posibilidades que nos depara.
  • Pensar constantemente en el pasado. En los errores cometidos. En lo que se pudo haber hecho pero no se hizo.
  • El miedo constante al fracaso. A decepcionar. A no ser relevante.
  • El hecho de sentir que te faltan más cosas para poder satisfacerte a ti y a tu familia.
  • El pensar demasiado en el resto de personas y que ellos se la están pasando mejor que tú.
  • El pensar en el que dirán.
  • Y muchos más…

Toda esta clase de pensamientos y acciones nos llenan de estrés. Los acumulamos  de a pocos en nuestras espaldas y en nuestros corazones. Nos dañan. Nos enferman. Nos hacen sentir mal.

Pero hay cosas que se pueden hacer y actitudes que se pueden tomar para sentirnos mejor.

 Se consciente: Percibe el momento o momentos más estresantes de tu día. Trata de ser consciente de ellos. Una vez los observes  con ojos conscientes te vas a dar cuenta que no  no tienes de que asustarte ni de que estresarte. Todo siempre va a salir bien.

Respira más: En un momento estresante no hay nada mejor que dar un par de respiraciones profundas para traer a nuestra mente voladora (y eterna calculadora de posibilidades) de nuevo a nuestro cuerpo.

Ni el futuro ni el pasado existen: Aunque no lo creas es la verdad. Según la ciencia y el sentido común: El futuro no son más que una infinita gama de pensamientos e ideas que imaginamos como posibles. El pasado no es más que nuestra memoria contándonos historias que muchas veces no son ciertas. ¿Por qué te tienes que preocupar y estresar por ellos?

Controla los medios de información: Hazte un favor si quieres en verdad bajar el nivel de estrés de tu vida: No veas noticieros ni telediarios ni la BBC. Ni la CNN. Ni nada que sea «Informativo» La mayoría de noticias están manipuladas y son informaciones que «quieren» que veas. Conozcas y adquieras. Entiende que hay gente que juega o quiere jugar con tus miedos más profundos. No les dejes. Hay formas paralelas de información. Abre un buen periódico en internet. Busca agencias de información pequeñas y alternativas.

Come sano: Este es un punto que no merece ser ampliado. Todos conocemos que una dieta sana nos hace sentir mejor física y mentalmente.

Haz deporte: Si no eres deportista no puedes entender la cantidad de estrés que sacas de tu cuerpo con la actividad. Hazlo y siéntete de lo mejor.

Toma perspectiva. Si te sumerges en cada problema como un buzo. Pues es muy difícil ver la boya que es la solución al mismo. Da un respiro. Tómate unos instantes. «Aléjate una buena distancia del problema». Respira nuevamente y piensa en una solución. Evita el estrés por inercia.

Comunícate. ¿Te sientes estresado. Abrumado y dolido?: Cuéntaselo a alguien y quítate el peso de encima. Habla con tu pareja. Habla con tus hijos. Habla con tus viejos pero dí algo. Puedes escribir un blog sobre eso también.

Duerme más. Cuando se está estresado nunca se puede dormir bien. Y cuando no se duerme bien el cuerpo tiende al estrés. De siete a ocho horas de sueño al día realmente te pueden convertir en una persona feliz y sosegada.

Contempla. Tómate un pequeño instante al día ( pueden ser tres o cinco minutos) para no hacer nada. Me refiero a realmente no hacer nada. Contempla algo. Quizás tu pisapapeles. Respira profundamente. No sabes lo que hace  si es que nunca lo has intentado.

Sonríe más. Sonríe. Si no tienes de que, pues lee chistes. Adopta un perro o un gato. Mira un par de videos graciosos en Youtube. Ríe y sonríe. Al estrés te lo comes de una carcajada.

Baja la velocidad. Tómate un café despacio. Come lento. Saborea. Conduce tu auto disfrutando de la música. Olvídate de lo que pasa afuera. Es el tip más importante de todos. Vive lento. Baja la velocidad de a pocos y llegaras más lejos. Exactamente como en las maratones.

Voy a cerrar este post con una frase de Jhon Lennon:

«La vida es lo que sucede mientras tú estás demasiado ocupado (y estresado) haciendo otros planes»

Despacio es Mejor.