Minimalismo evolutivo

Creo que fue una mala idea escribir un post de mil palabras ahora que WordPress está cambiando y está actualizando su escritorio. Sencilla y llanamente mi post se borró. Lo busqué por todos lados: En los borradores, en los publicados, en los no publicados y nada. Pues no me queda otra que intentar volver a escribir todo lo que escribí hace un par de días.

En el post desaparecido escribí acerca del minimalismo evolutivo. Debajo del nombre de este blog puedes leer esa frase: Minimalismo evolutivo. Es una frase que se me ocurrió cuando decidí dedicar este blog al minimalismo. La acuñé pensando en el hecho que el minimalismo para mí fue, de facto, una evolución consciente en mi manera de concebir y percibir la vida.

Tres o cuatro años atrás yo era la misma persona que soy hoy día pero con intereses y deseos algo diferentes. Me interesaba lo que a casi todo el mundo le interesa: Lo que la publicidad dicta que te debe interesar. Eso quiere decir que  imaginaba que la felicidad estaba en  una casa más grande, en un auto nuevo, en un montón de muebles bonitos, en hoteles cinco estrellas, en las tarjetas de crédito doradas que te permiten comprar todo lo que quieras, en restaurantes caros, en ropa de diseñador y en un largo etcétera de cosas banales.

Pues hoy mi perspectiva ha cambiado completamente y  en gran parte se lo debo a las tendencias minimalistas que he adquirido en estos años. Me importa mucho menos llenarme de cosas. Me importa mucho más llenarme de experiencias. Me importa mucho menos comparame con el resto de gente. Me importa mucho más aprender cosas nuevas.

Para mí, conseguir una perspectiva minimalista y frugal en la vida ha sido una evolución y hasta una auto liberación de la orgía consumista en la que todo el mundo está metido sin darse cuenta. Y ese es el problema precisamente: Nadie se da cuenta de lo que pasa a su alrededor. Nadie se detiene cinco minutos para tratar de entender lo que hace y porqué lo hace: ¿Por qué trabajar nueve o diez horas a la semana durante toda tu vida? ¿Por qué tengo que endeudarme con el banco por toda la existencia para pagar una casa que me queda grande? ¿Por qué salir de shopping un fin de semana se siente tan bien? ¿Por qué tengo tantos deseos hoy, que mi padre o mi abuelo o mi bisabuelo no tenían?

Podría continuar haciéndome preguntas hasta el hartazgo.  Puedo hacerlo precisamente porque me he parado a pensar, porque me he visto expuesto a ideas que han forjado en mí una nueva línea de pensamiento. Me han hecho crecer. Me han hecho entender. Me han hecho evolucionar.

He usado el minimalismo como un hilo hacia mi crecimiento personal. Tú puedes usarlo también o puedes usar cualquier otra cosa que te ayude a hacerte preguntas, a no aceptar las convenciones sociales así porque sí. Siempre hay espacio para seguir creciendo, aprendiendo, mutando y evolucionando. Siempre lo hay y siempre lo va a haber hasta el último de nuestros días en este mundo.